Los aceites corporales están elaborados con aceites esenciales. Son mezclas naturales que combinan aceites portadores con aceites esenciales puros (como lavanda, coco, incienso, rosas y manzanilla). Estos productos se usan principalmente para el cuidado de la piel, masajes, aromaterapia y bienestar general.
Cada aceite corporal tiene sus propias características y beneficios, dependiendo de la planta de la que provenga.
Aceites corporales
El aceite corporal de lavanda es uno de los más populares y versátiles dentro del mundo de la aromaterapia y el cuidado natural de la piel. Su aroma suave y relajante lo convierte en un excelente aliado para calmar el cuerpo y la mente, mientras que sus propiedades terapéuticas ofrecen múltiples beneficios cutáneos.
El aceite corporal de incienso (frankincense, obtenido del árbol Boswellia) es un verdadero tesoro en el mundo del bienestar natural y espiritual. Este aceite esencial es conocido por sus propiedades regeneradoras, relajantes y equilibrantes, ideal para el cuidado del cuerpo, la mente y el alma.
El aceite corporal de rosas es una joya del cuidado natural de la piel, apreciado tanto por su exquisito aroma floral como por sus poderosas propiedades regeneradoras, hidratantes y emocionales. Es ideal para pieles secas, sensibles, maduras o con necesidad de mimo emocional.
El aceite corporal de manzanilla es un remedio natural suave, calmante y profundamente nutritivo para el cuidado de la piel. Con propiedades antiinflamatorias, relajantes y regeneradoras, es ideal para pieles sensibles, bebés, y personas con afecciones como dermatitis, irritaciones o estrés acumulado.
El aceite corporal de coco es un clásico del cuidado natural de la piel, muy valorado por sus propiedades hidratantes, nutritivas y protectoras. Se puede usar solo o como base para combinar con aceites esenciales. Su textura ligera y su agradable aroma lo hacen ideal para todo tipo de piel, especialmente seca o deshidratada.